FASCINADA CON EL AUTISMO

¡Qué ganas tenía de trabajar en educación especial! Llevaba años trabajando como maestra de apoyo en una academia de apoyo escolar. Me preparé las oposiciones para acceder al cuerpo de maestros y aprobé sin plaza. Un año duro para mí, ya que a pesar de haber sacado una buena nota, no entré ni de interina. Fue al segundo año, en septiembre cuando me llamaron. Ahora hasta me alegra el tiempo que tuve que esperar, porque valoro mucho lo que tengo. Recuerdo perfectamente el primer día que llegué al colegio y me presenté al jefe de estudios. Él me contó que iba a ser la tutora de un aula específica donde se encontraba matriculado un único alumno con Trastorno Generalizado del Desarrollo con Espectro Autista. Bueno, yo no sabía lo que era un TGD, y no había tratado nunca con el autismo. Como no sabía qué hacer, me puse a estudiar. Me ayudó mucho una persona, madre de un hijo con este diagnóstico, aunque yo entonces desconocía que padecía dicho trastorno.
Me gustan los retos, y me gustan las cosas algo difíciles, y me encanta trabajar con Pablo. Cada día voy al colegio en el coche dándole gracias a Dios por este trabajo. Pablo avanza, avanza mucho, y me encantaría en este apartado del blog compartir con vosotros lo que nos está ayudando a avanzar.
Besos